sábado, marzo 24, 2007

Gong Li

De la China del siglo X al París que vio crecer a Hannibal Lecter. La actriz de 41 años se mueve con la misma soltura en Hollywood que a las órdenes de sus benefactores Zhang Yimou y Chen Kaige.

Los directores chinos pertenecientes a la Quinta Generación, los que sentaron las bases del cine después de la Revolución Cultural, casi se quedan sin musa: la pequeña Li siempre quiso ser intérprete musical pero le cerraron las puertas de la Escuela de Canto. Le quedaba cerca la de Arte Dramático de Pekín y allí que se fue la hija de unos profesores universitarios que no iban a poner trabas a las aspiraciones de la menor de cuatro hermanos varones.

Zhang Yimou la encumbró como actriz cuando en 1987 confió en ella el papel protagonista de su ópera prima como realizador, Sorgo rojo. Aún no lo sabían, pero juntos iniciaron entonces una provechosa relación sentimental y profesional que les llevaría a rodar 6 títulos más: La linterna roja, Qui Ju, una mujer china, Do Jou, ¡Vivir!, Quin yong y La joya de Shangai. En Europa le echaron el ojo gracias a su habitual paso por las alfombras de Cannes y Venecia, aunque fueron los magnates de Hollywood quienes aprovecharon su tirón para darle papeles de mujeres exóticas en cintas como Corrupción en Miami e incluso de meretriz japonesa en la adaptación de Memorias de una Geisha.

Li, que así se llama (Gong es su apellido), tiene en su currículum, como mérito o mancha según se mire, una muesca por haber protagonizado el primer desnudo en el cine de la China comunista. Es la anécdota de una carrera imparable repleta de protagonistas, como los trabajados junto a Chen Kaige en Adiós a mi concubina, Luna tentadora y El emperador y el asesino, y la participación casi estelar en 2046, de Wong Kar-wai, sin olvidar su primer papel en una producción de capital extranjero: La caja china, junto a Jeremy Irons.

Considerada un símbolo de la pujanza china en el exterior, su popularidad sigue en alza tras ser elegida para presentar la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2008 y dotar de glamour al cine que se hace en su país natal, donde sigue enraizada. Para comidilla de la prensa rosa ha vuelto con Yimou, pero sólo en el terreno laboral: ella culmina con La maldición de la flor dorada la trilogía iniciada con Héroe y La casa de las dagas voladoras, con otras dos intérpretes tan codiciadas en China como en el mercado internacional: Zang Ziyi y Michelle Yeoh.

Su experiencia en EE.UU. está siendo tan positiva que ha tenido que mejorar su inglés y buscarse alojamiento fijo allí: pronto veremos The yellow M, con James Caviezel (La Pasión de Cristo) y puede que haya otro proyecto junto a Rob Marshall (Memorias...). Dice Michael Mann, director de Corrupción en Miami, que podría haber estado entre Al Pacino y Robert De Niro en Heat; ella prefiere dar pasos cortos aunque su próximo objetivo parece claro: abrirse camino en la industria del Viejo Continente, ¿qué opinará Monica Bellucci?

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

3 comentarios:

Champy dijo...

Es impresionante el rumbo, la velocidad y la dirección dada a la carrera de esta mujer.
En China es un autentico ídolo, algo asi como Pepe el Toro para los mexicanos, o Elvis Prestley para los gringos...
Histrionicamente es impresionante lo que logra con sus gestos, sus rictus, sus pusheros, sus desplantes..... Esa escena en su alcoba luego de la visita de su hijastro y amante y de haberla rechazado en La maldición de la flor... es apoteósica.

Es muy joven, si quiere ella se come al mundo.

Monica?

No creo que tenga miedo, pero si la debe respetar y mucho.

La mismisima Maryl Streep en Devil wear´s Prada es una replica de los rictus y pusheros y desplantes de Gong.

Me canso que la estudió a morir.

Revista Calma ¡Participa! dijo...

Una gran actriz, curiosamente considerada fea en China por sus labios gordos

Jesus

Champy dijo...

Que raro.... infinidad de encuestas siguen encumbrandola como al muejr mas bella del mundo en su país!!! no se donde Jesus saca eso???