Antigua amante de George Clooney en El buen alemán, herida en los brazos de Brad Pitt en Babel y rival de Judi Dench en Diario de un escándalo. La australiana no comienza mal 2007.
Su agenda está repleta de proyectos y largometrajes ya rodados, como The curious case of Benjamin Button, de nuevo junto a Pitt, y el atípico I'm not there, que hace hincapié en diferentes aspectos de la vida de Bob Dylan, tantos como actores le dan vida, entre ellos Christian Bale, Heath Ledger, Richard Gere y ella misma.
El año se presenta interesante para la que se convirtió en Galadriel, reina de los elfos de la Tierra Media por deseo de Peter Jackson. Su nombre permanece ya imborrable en la historia del cine gracias a la trilogía de El Señor de los Anillos, pero antes hubo un buen número de capítulos en su vida, el primero de ellos dedicado casi en exclusiva al teatro.
Se metió en la piel de la Ofelia de Hamlet y también volcó sus sueños como actriz en el personaje de Nina en La gaviota. Los escenarios se le quedaron pequeños y se probó la corona de Isabel I. No le quedó mal a juzgar por las buenas críticas gracias a Elizabeth, además de su primera candidatura al Oscar y el primer Globo de Oro. Una década después vuelve a tomar contacto con la reina en The Golden Age, donde flirtea con el aventurero Walter Raleigh (Clive Owen), ante la atenta mirada de Felipe II, que no es otro que Jordi Mollá.
Pero volvamos a 1997, año en que se puso en cabeza de una carrera de fondo llena de títulos: Mike Newell le confió el protagonista de Fuera de control, junto a John Cusack; fue la compañera delincuente de Billy Bob Thornton y Bruce Willis en Bandits, y Anthony Minghella la incluyó en el reparto de El talento de Mr. Ripley, junto a otros prometedores compañeros de generación, como Gwyneth Paltrow y Jude Law.
Después de trabajos 'alimenticios' entre los que destacan las comedias La chica de mis sueños y Un marido ideal y los dramas Vidas furtivas y Desapariciones, se fue ganando a pulso su hueco en los repartos americanos y europeos, llevando el peso de cintas como Verónica Guerin (Joel Schumacher), interesante retrato de la periodista irlandesa que sacó a la luz a mediados de los 90 el tráfico de drogas en Dublín.
En 2005 se alzó con el Oscar a la mejor actriz de reparto por El aviador, de Martin Scorsese, donde convenció al dar vida a Katharine Hepburn, pero más allá de las interpretaciones reconocidas con premio, Blanchett acumula papeles sustanciosos menos conocidos, como el de Charlotte Gray, que le emplaza en la II Guerra Mundial, la colaboración en Coffee and cigarettes (Jim Jarmusch) y la participación en la divertida The life aquatic.
Después de pasarlo mal en Marruecos a las órdenes de Alejandro González-Iñárritu y pasearse por el Berlín de posguerra de manos de Steven Soderbergh, se bate en duelo con Dench, 72 años de sapiencia interpretativa. Reconocemos que sale indemne a pesar de las estocadas que le suelta la dama inglesa, con la que coincidió hace 5 años en Atando cabos. Las dos fueron candidatas a un Oscar por su trabajo en Diario..., cinta que sin ellas podría pasar por telefilme de sobremesa.
Tras la vorágine de Hollywood vuelve al país donde nació hace 38 años para subirse de nuevo a las tablas en las que coincidió con Geoffrey Rush y Richard Roxburgh, aunque cambiando su Melbourne natal por Sydney, sede de la compañía teatral que gestiona junto a su marido, el dramaturgo Andrew Upton. Y ya veremos si puede cumplir su promesa de dedicar sólo tres meses del año a rodar películas.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
viernes, marzo 02, 2007
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