sábado, enero 13, 2007

Brad Pitt


Demasiado guapo para llegar a ser buen actor. Eso decían. Si dejan de ver al rubio que cobra 18 millones de dólares por película, es que el intérprete le ha ganado la partida a la estrella.

Era el año 94. Tenía 31 años y atesoraba ya algunas películas (Kalifornia, Amor a quemarropa, Entrevista con el vampiro) pero Leyendas de pasión le presentó con honores. Era el primer protagonista de un actor que ya había despertado curiosidad entre las féminas gracias a su intervención en Thelma & Louise, junto a Susan Sarandon y Geena Davis y dirigido por Ridley Scott, y pescando en El río de la vida, a las órdenes de Robert Redford.

Atrás quedaba su etapa como chico anuncio de Levi’s y las apariciones puntuales en series como Dallas, Los problemas crecen y Treinta y tantos. Su legado iba abultando y se convirtió en objeto de videoclub, no necesariamente de culto: Seven, Sleepers, Siete años en el Tíbet, La sombra del diablo, etc. Del estreno de Leyendas de pasión han pasado 12 años y la diferencia está en los millones que cobra por película, dinero que no es lo primordial, sino el poso que dejen sus personajes en el público. Y no precisamente los de Troya y The Mexican. Se refiere a los más ‘intelectuales’, como el de 12 monos (Terry Gilliam), que le permitió acariciar el Oscar, reportándole al final su primer Globo de Oro.

En otros trabajos encuentra otro tipo de satisfacciones: Sr. y Sra. Smith dio frutos y no sólo en taquilla. Durante el rodaje, tantos planos junto a Angelina Jolie, dieron valor a eso de lo ‘del roce hace el cariño’. Infiltrados le otorgó lustre a la faceta de productor, que ha seguido alimentando con títulos como A mighty heart, de Michael Winterbottom, con su mujer actual (antes lo fueron Juliette Lewis y Jennifer Aniston) como protagonista de un relato basado en la muerte de un periodista en Afganistán. Pronto le veremos también en los títulos de crédito de Dirty tricks, que ahonda en el caso Watergate. Quiere seguir dejando huella, pero no desde los primeros planos.

Como actor aumentará la cosecha el año que viene: llegará el estreno de Ocean´s thirteen, junto a sus amigos George Clooney, Matt Damon y Julia Roberts, y a las órdenes de Steven Sodderbergh. Vuelve el dandy con clase, aunque el papel de macarra, chulo o desastrado no es que le caiga demasiado mal. Ahí están los personajes en El club de la lucha (David Fincher) y Snatch. Cerdos y diamantes (Guy Ritchie). El rubio se tiñe de moreno en El asesinato de Jesse James y quizás le veamos en la adaptación de la novela El curioso incidente del perro a medianoche.

Ahora saborea las primeras consecuencias de su experiencia más brutal hasta el momento. Babel le ha unido para siempre a Alejandro González-Iñárritu. Junto al mexicano y Cate Blanchett, con quien comparte secuencias muy duras, se ha hecho mayor: los 43 años se traducen en patas de gallo y algunas arrugas, pero no tema por él ya que el sentido de esta historia las ha acentuado para que todos nos olvidemos del chico guapo que está detrás de ese rostro cansado.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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