Steven Spielberg confió en él como protagonista de El imperio del sol. Tenía sólo 13 años. Unos cuantos años después le vemos en El truco final (El prestigio), de Nolan.
Pero este hijo de piloto de aviones y bailarina circense descubrió lo bueno y lo malo de la fama demasiado pronto, una experiencia que le apartó de las pantallas hasta que se consideró lo bastante formado como para afrontar el trabajo de actor y toda su parafernalia.
Christian Bale creció. A lo mejor no le pone cara, pero era el apuesto galán de la última versión de Mujercitas, donde rondaba a una de las chicas surgidas del imaginario de Louise May Alcott. Ese mismo chico, con 30 kilos menos y algunos años más, llegó hace poco a las pantallas convertido en el esqueleto andante protagonista de El maquinista, producción española de la factoría Filmax.
La cinta de Brad Anderson retrataba lo que ocurre cuando el insomnio se convierte en una pesadilla terrorífica. Algo así como un mal sueño fue la preparación del personaje. Recuerda que su dieta diaria estaba compuesta por una lata de atún, una manzana y tabaco, mucho tabaco. Testigo del trabajo concienzudo fue la actriz Aitana Sánchez Gijón, que ve en Bale a uno de los mejores intérpretes por la pasión que pone en su profesión.
Tiempo después y ya bastante repuesto del cambio, reconoce que se arriesgó, que está muy bien entrar en la piel de un personaje, pero no a costa de la salud. Asegura este hombre de 1,90 metros de altura y más de 80 kilos que no se reconocía en la piel del yuppie asesino de American psycho, pero más le costó identificarse con el famélico protagonista de El maquinista.
Cotiza como uno de los actores más solicitados de Hollywood y la prueba la tuvimos, cuando llegó embutido en el traje del murciélago más grande y cinematográfico que existe. Christian Bale fue rostro y cuerpo de Batman en el episodio introductorio de la saga, Batman begins. La película, dirigida por Christopher Nolan (Memento), nos cuenta el dilema del millonario Bruce Wayne, que no sabe si disfrutar de su fortuna o dedicarse en cuerpo y alma a hacer el bien. De nuevo a las órdenes de Christopher Nolan, aparece Christian Bale para la gran pantalla en El truco final (El prestigio), en el que comparte reparto con Hugh Jackman y Scarlett Johansson.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
Pero este hijo de piloto de aviones y bailarina circense descubrió lo bueno y lo malo de la fama demasiado pronto, una experiencia que le apartó de las pantallas hasta que se consideró lo bastante formado como para afrontar el trabajo de actor y toda su parafernalia.
Christian Bale creció. A lo mejor no le pone cara, pero era el apuesto galán de la última versión de Mujercitas, donde rondaba a una de las chicas surgidas del imaginario de Louise May Alcott. Ese mismo chico, con 30 kilos menos y algunos años más, llegó hace poco a las pantallas convertido en el esqueleto andante protagonista de El maquinista, producción española de la factoría Filmax.
La cinta de Brad Anderson retrataba lo que ocurre cuando el insomnio se convierte en una pesadilla terrorífica. Algo así como un mal sueño fue la preparación del personaje. Recuerda que su dieta diaria estaba compuesta por una lata de atún, una manzana y tabaco, mucho tabaco. Testigo del trabajo concienzudo fue la actriz Aitana Sánchez Gijón, que ve en Bale a uno de los mejores intérpretes por la pasión que pone en su profesión.
Tiempo después y ya bastante repuesto del cambio, reconoce que se arriesgó, que está muy bien entrar en la piel de un personaje, pero no a costa de la salud. Asegura este hombre de 1,90 metros de altura y más de 80 kilos que no se reconocía en la piel del yuppie asesino de American psycho, pero más le costó identificarse con el famélico protagonista de El maquinista.
Cotiza como uno de los actores más solicitados de Hollywood y la prueba la tuvimos, cuando llegó embutido en el traje del murciélago más grande y cinematográfico que existe. Christian Bale fue rostro y cuerpo de Batman en el episodio introductorio de la saga, Batman begins. La película, dirigida por Christopher Nolan (Memento), nos cuenta el dilema del millonario Bruce Wayne, que no sabe si disfrutar de su fortuna o dedicarse en cuerpo y alma a hacer el bien. De nuevo a las órdenes de Christopher Nolan, aparece Christian Bale para la gran pantalla en El truco final (El prestigio), en el que comparte reparto con Hugh Jackman y Scarlett Johansson.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
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