sábado, agosto 04, 2007

Hablamos con... Antonia San Juan (una entrevista)

Artista que toca diferentes palos, incluso la gestión. Así podemos definir a una mujer que se considera actriz por encima de todo. Asegura que se hizo directora para seguir actuando y poder dirigir a la intérprete que es. Ahora podemos comprobar esa faceta gracias a Hijos de su madre, que inaugura la nueva era del madrileño Teatro Arlequín.

Daniel Galindo: Regresas a Madrid con Las que faltaban, será en octubre, pero lo nuevo es esta comedia con la que sacas tu mirada como observadora "externa" implicadísima en el resultado final.
Antonia San Juan:
Como una madre que mima y regaña a sus hijos. Aún así, a pesar de la responsabilidad, disfruto muchísimo dirigiendo. Es una experiencia preciosa y reconfortante, además de constructiva, ya que me sirve como modelo para corregir y probar cosas. Todo va reposándose y uniéndose a este largo y bonito camino que es la vida.

DG: Hijos de su madre parece tu obra más tuya, aunque lo cierto es que te agencias todos los libretos, en el buen sentido.
ASJ:
Todos los textos, tanto los de Otras mujeres, como los que incluí en Las que faltaban, pasaban por mi mano. Necesito que los autores me den libertad para poder enriquecerlos, adaptármelos... Este es el primer espectáculo que, después de trabajar con otros montajes, nace él solito, casi por necesidad: estoy cargada de tantas vivencias que el propio texto me pide que lo escriba.

DG: Creo que tus dos primeros cortometrajes, V.O. y La china, convergen en este montaje...
ASJ:
Después de contar aquellas historias me quedaba material al que darle forma, así que escribí dos relatos más que fueron Los frecuentadores y Almas gemelas. En principio los escribí para mí, para tener cuatro registros distintos, siguiendo a dúo la línea del monólogo, de mostrar a cuatro mujeres diferentes, pero lo que ocurrió es que se unió la gira de Las que faltaban con la necesidad de sacar adelante Hijos de su madre.

DG: ...Y es entonces cuando te acuerdas de Helena Castañeda.
ASJ:
Estoy muy contenta con ella, con su versatilidad para poder pasar de un personaje a otro. Es el vértice idóneo para el triángulo que también forman Félix Navarro, un cantante lírico con mucha simpatía, y Luis Miguel Seguí, además de fijo en la empresa, por ser un excelente actor que cuenta ahora con bastante tirón televisivo gracias a La que se avecina.

DG:Hijos de su madre aborda temas de actualidad, las relaciones sentimentales, la amistad... Es una comedia, sí, pero con acento crítico.
ASJ:
Tiene que tenerlo porque el teatro es el espacio que siempre se ha reservado para que el bufón, los comediantes, digan todo, sin cortapisas. Yo dejo que mis personajes digan que tienen que decir, incluso hasta con un grado de pudor, de autocensura. Aunque parezca que yo me excedo en comentarios, nunca termino de decir todo lo que quiero, pero también con ese cinismo que caracteriza a las televisiones afirmo que cualquier comentario vertido por cualquiera de los personajes que aparezcan ni la compañía ni la directora se hacen responsables.

DG: Por lo que podemos comprobar, todo tu trabajo sigue la misma línea...
ASJ:
Todo forma parte de lo mismo, contar historias, da igual que lo hagas desde la dirección, la interpretación, la producción o la escritura. En cuanto al estilo, de lo que se trata es que al final tu obra tenga un sello, una marca editorial, y que la gente reconozca quien está detrás de eso. Esa es la ambición de todo artista. Al final no es que haya 60 obras de teatro, hay una sola que estás representando durante toda la vida, pero con diferentes nombres, compañeros, momentos...

DG: Y afrontas una nueva etapa, la gestión del Teatro Arlequín, que esperas que se convierta en un espacio multidisciplinar, no sólo teatral.
ASJ:
Teatro y más cosas: desde escuela de actores hasta un espacio para la reflexión creativa. Lo voy a llevar durante unos cuantos años, quién sabe si veinte.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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