viernes, octubre 27, 2006

Martín Scorsese

Llega a las carteleras con Infiltrados al tiempo que uno de sus títulos más carismáticos, Taxi Driver, celebra sus primeros 30 años en la retina de los espectadores.

La película protagonizada por Robert De Niro, Jodie Foster, Cybill Shepherd y Harvey Keitel no fue su primera incursión en el mundo del cine pero sí una de las más celebradas, Palma de Oro en Cannes incluida. Antes había rodado Alicia ya no vive aquí y Malas calles, con las que ponía a prueba su mano diestra y su afición por relatar historias.

Aquella fue la primera de muchas: Toro salvaje, New York, New York, Uno de los nuestros, El cabo del miedo, Casino… Con De Niro estableció una relación peculiar parecida a que desde tres cintas atrás le une a Leonardo DiCaprio. Con él como protagonista ha rodado Infiltrados, El aviador y Gangs of New York, sobre la historia de una ciudad en la que él nació en 1942. El de Queens la ha convertido en otra de sus actrices predilectas al estar presente en buena parte de su filmografía y recibir homenajes expresos, como el que le rindió en la trilogía de historias narradas también por Francis Ford Coppola y Woody Allen.

En más de 40 años escribiendo guiones y mirando a través del visor –desde que en 1968 rodó ¿Quién llama a mi puerta?- ha tenido tiempo de hacer experimentos como Kundun, donde recrea la vida del decimocuarto líder espiritual tibetano y retrata la invasión del Tíbet por parte de la China de Mao. No se amedrentó a la hora de levantar polémica con La última tentación de Cristo, adelantándose 15 años a La Pasión, de Mel Gibson, el más inmediato trabajo controvertido sobre el Jesús más humano.

Demostró que es capaz de desenvolverse con soltura en la alta sociedad neoyorkina del siglo XIX, donde ambienta La edad de la inocencia, y en un giro radical puso Al límite a Nicolas Cage y Patricia Arquette en una inquietante historia sobre los conductores de ambulancia. Enamorado del cine italiano, resulta curioso su sobrado acercamiento de 243 minutos con formato documental. Él mismo se encarga de relatar en Mi viaje a Italia la profundidad estética de Federico Fellini, las películas más recientes y los logros del neorrealismo, al que se adscribe buena parte del cine que empezó a ver cuando no tuvo más remedio que refugiarse en la sala oscura ante la imposibilidad de disfrutar de otras actividades por culpa del asma.

No era esta su primera incursión en el género: en 1976 filmó los conciertos de despedida de The Band, por la que pasaron Bob Dylan, Van Morrison, Neil Young, Joni Mitchell, Neil Diamond y Eric Clapton. También le debemos por ejemplo No direction home: Bob Dylan y es posible que pronto veamos otro sobre la intensa trayectoria de los componentes de un grupo mítico que aún perdura: los Rolling Stones.

Un total de 19 candidaturas a los Oscar le avala entre sus compañeros, pero el no haber conseguido ninguna de las 5 estatuillas a la mejor dirección emborronan en parte su historial. No tiene ningún premio de la Academia pero que empiecen a temblar sus compañeros porque Scorsese se toma la revancha, ya que emprende una nueva faceta, la de crítico para una revista que recoge la programación de cine en televisión.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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