martes, octubre 10, 2006

Natalie Portman

Natalie Herslag se dio a conocer en 1994 con León, el profesional, de Luc Besson, y apareció junto a Al Pacino en Heat. Tenía 12 años por aquel entonces y sólo dos después sorprendería con dos títulos diferentes: Todos dicen I love you, de Woody Allen y Beautiful girls, de Ted Demme, una cinta generacional que, fíjense en las casualidades, cuenta con los mismos patrones que Algo en común, la inteligente ópera prima del guionista y actor Zach Braff, rodada en 2004. Entre ambas surgieron películas como Mars attack! (Tim Burton) y Cold Mountain (Anthony Minghella).

En 13 años de carrera ha compaginado sus proyectos en cine con las primeras incursiones en el teatro. En su Nueva York de adopción debutó sobre las tablas con un papel caramelo para cualquier actriz, el personaje de Nina en La gaviota, arropada por Meryl Streep, Kevin Kline y Philip Seymour Hoffman. No quedaría aquí la pasión por la escena, ya que durante la temporada 1997-98 Portman protagonizó en Broadway El diario de Ana Frank, montaje aclamado por el público y la crítica.

Sus estudios de Psicología en Harvard le han permitido encarar personajes con más aristas punzantes de las habituales, como el de Evey en V de Vendetta, una joven bajo la opresión totalitaria de un gobierno fascista que pasa, de la noche a la mañana, de ser una oficinista anónima a una audaz heroína con firme compromiso político. Del proyecto le atrajo las innumerables reflexiones que se extraen de la novela gráfica original de Alan Moore que comenzó a publicarse en 1981 y se completó en 1989.

A sus 25 años, la que durante una década ha sido madre de Luke Skywalker y Reina Amidala en los tres primeros episodios de La guerra de las galaxias, vio como la popularidad frenaba su carrera cinematográfica. No era Portman una actriz que se prodigase mucho en los repartos: tras el acelerón inicial parecía que diese miedo pronunciar su nombre entre los productores. Pero el caché no era problema: asentada en su trono de joven talismán de cineastas independientes –Algo en común, V de Vendetta-, en 2004 comenzó su carrera británica con Closer, de Mike Nichols, en la que compartía protagonismo con Jude Law, Julia Roberts y Clive Owen y por cuya interpretación recibió el Globo de Oro a la Mejor Actriz de Reparto.

Para protagonizar V de Vendetta no dudó en raparse la cabeza y renunciar a otros trabajos. Al fin caía en sus manos el guión de una película movidita con trasfondo social y sustancia política, donde la acción era lo menos importante. Su director, James McTeigue, destaca de ella un talento innato y su gran capacidad de concentración. Portman no es ajena a los tiempos que corren y dicen que es una voraz lectora que introduce en sus conversaciones referencias a Shakespeare y a pensadores contemporáneos. Quizás eso fue lo que convenció a los productores, los hermanos Wachowski (Matrix), de su candidatura frente a otras actrices como Bryce Dallas Howard y Scarlett Johansson, con cuya carrera tiene la de Portman muchos puntos en común.

El año pasado volvió a su Jerusalén natal para rodar Zona libre a las órdenes del más internacional de sus compatriotas cineastas, Amos Gitaï. Si en ésta intervenía en secuencias junto a Carmen Maura, en Los fantasmas de Goya, también a punto de estreno, hacía lo propio con Javier Bardem. Cuatro meses estuvo en nuestro país compartiendo la visión de Milos Forman de una España anclada en la tradición y una corte rendida al genio de Francisco de Goya.

Confesa admiradora de la reina Rania de Jordania, considera que la fama le puede brindar la posibilidad de ayudar a los más desfavorecidos aunque no quiere servir de ejemplo a los que están creciendo. Tiene la cabeza bien amueblada y durante la promoción de su último título ha manejado paralelismos con la Alemania nazi, Guantánamo, Irán y los genocidios en Ruanda, la desmembrada Yugoslavia y Sudán, soltura intelectual en un Hollywood mermado en sus capacidades. Por ello no oculta su deseo de trabajar con directores especiales o controvertidos como Michael Haneke y Roman Polanski y realizar incursiones en el cine europeo. ¿Lo próximo? Paris je t’aime, donde protagoniza una de las 20 instantáneas de amor dirigidas por cineastas como Fernando Trueba, Isabel Coixet, los Coen y Walter Salles.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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